ARTE EN PARED PARA MOANA BAR
El arte para Moana Bar encarna una propuesta artística donde las culturas convergen y dialogan. Aquí, el imaginario visual del hotel se revela en todo su esplendor, centrando la atención en una fusión sin precedentes entre la cultura japonesa y mexicana.
Un inmenso mural, recreado a mano a partir de la proyección con luz de mi composición digital, captura la esencia de este diálogo: dos imponentes catrinas dominan la escena. Una de ellas, transformada, adopta la delicadeza y misterio de una geisha moderna. La otra se mezcla con flores asociadas a la cultura de México. A su alrededor, un mosaico de elementos icónicos cobra vida: desde las vibrantes flores mexicanas hasta los etéreos yūrei (幽霊), fantasmas mitológicos de Japón. Cada detalle, cada trazo, construye una narrativa surrealista, en la que dos culturas, que a simple vista podrían parecer mundos aparte, coexisten en una armonía sorprendentemente fluida y natural.
CATRINAS Y GEISHAS: LA ÚNIÓN DE DOS IDENTIDADES CULTURALES
Las dos grandes calaveras decoradas, reminiscentes de las icónicas Catrinas mexicanas, son transformadas con un giro distintivo en Geishas: la calavera de la izquierda, en tonos amarillos vibrantes, exhibe diseños de flores japonesas alrededor de los ojos y dientes creando la fusión visual entre Japón y México. A su derecha, otra Catrina ostenta un peinado voluminoso al estilo tradicional de las geishas japonesas. Esta calavera incorpora una estilización del mitsudomoe (三つ巴), (que es un símbolo antiguo japonés) en los ojos y un pequeño gato afortunado (maneki-neko) en la frente, mezclando aún más los elementos culturales.