Antología de poemas japoneses años 630 – 760 de nuestra era, en plena época feudal, bajo el poder de los clanes y, no obstante los poemas destilan un sentimiento de libertad y alegría de vivir que posteriormente se iría desvaneciendo…
En el mar del cielo con olas de nubes boga la luna a un bosque de estrellas y en ellas se encubre Al campo vernal fuí por violetas; me gustó tanto que pasé una noche durmiento en la yerba Cuentan que a su verja venían los hombres y ella salía, de todo olvidada, a la media noche Lirio que en Tsukuba florece en las cimas, ella es hermosa de noche en el lecho, y hermosa de día Por ver el rocío en las lespedezas con que se adorna mi amada el cabello, la luna riela Tengo buenas sedas de orugas que mascan las moreritas de siera Tsukuba; prefiero tus enaguas Voy a la isla Tama a empapar mis prendas en las arenas de la playa blanca, que aún huele a ella Al viento de otoño rugía el rabión del Iamabuki y surcaba el ánsar un cielo nuboso Había yo oído que eras muy galante; pero me echaste sin darme posada, pánfilo galante En el altozano ya van a caer las lespedezas ante el viento frio, ¡Y nadie las ve! En el rabión raudo del rio Matsura, ¿Se mojará su falda alazor mientras pescan truchas? Potrito alazán, galopa ligero, que está en las nubes la casa en que vive la que yo más quiero Porque ayer durmiera sin rozar tu piel de seda rosa, no creas que tengo corazón infiel Teñiré mi traje con ese color, el que en Mimuro, el de vinos puros, tiene el arce rojo
Quien podría suponer que estos cantos fueron escritos por los antepasados de un país que se caracteriza por su formalidad y rigidez?