LA PROMESA. Teresa Echeverría

 

Una mirada filial, sentida y llena de lirismo, sobre ese otro mundo al que, a veces, huye la mente de los seres queridos:

 

Una tarde de hace mil años nos hicimos una promesa,

la primera en partir, escribiría al llegar al destino.

 

Después tu memoria se encogió y se escondió en un rincón oscuro.

Se sacudió antes de ocultarse y se olvidó de que existía.

 

Tus recuerdos caían al suelo en grandes montones, arrugados.

Yo los iba rescatando y los volvía a prender a tu presencia.

Te llené de alfileres de color azul y pinzas suaves de ternura.

A pesar de los mimos y cuidados, éstos se secaron y desaparecieron.

 

El tiempo, cruel, te empujó al momento de la separación.

Quedó ese instante forrado de lágrimas, de adioses y congoja.

Por más que te sujeté escapaste de mis manos, lejos, muy lejos.

 

Intuyo que donde estás has estrenado memoria y te acuerdas de mí.

Todas las noches pongo un buzón en cada sueño, esperando tu misiva.

Sé que cumplirás tu promesa.

 

* Se publicará próximamente junto con otros autores en un libro llamado  «Vivencias 2012» de Editorial Orola.
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