MI NATURA, revista digital de lo breve y lo fantástico

 

Ha sido galardonada con el premio Scifiworld al mejor fanzine, publicando relatos cortos inspirados en lo fantástico, la ciencia ficción y lo paradójico. Su web:

www.servercronos.net/bloglgc/index.php/minatura/

 

Como muestra, he aquí un relato:

 

«El Hacedor del Azar

Si es preciso sucumbir, enfrentémonos antes con el azar.
Tácito.

Me preguntáis mi nombre y cómo llegué a ser quien soy. Ninguna cuestión tiene una respuesta sencilla. Partimos hace eones desde un futuro que vosotros no alcanzaréis. Nuestra sabiduría milenaria nos enseñó cómo plegar el espacio-tiempo para catapultarnos a regiones del universo donde diseñar civilizaciones semejantes a la nuestra. Pero algo salió mal en la implosión provocada en la estrella de neutrones. El agujero de gusano que creamos rebosó el cuadrante de seguridad y se abalanzó sobre nosotros. Sobrevivimos al desastre y decidimos regresar a casa. En el viaje detectamos algo que creíamos imposible: una infinitesimal disminución de la entropía en el cosmos circundante. Cuando llegamos a nuestro planeta, no hallamos lo esperado: nuestra civilización en su cénit tecnológico y científico. El Almirante —a quien yo llegué a querer como a un Padre— decidió no intervenir en el desarrollo de las primitivas sociedades autóctonas. Alegaba que cualquier variación multiplicaría ad infinitum la improbabilidad del “resultado final conocido y deseado”. No estuve de acuerdo. Yo era el más capacitado para dirigir la evolución de las civilizaciones que habíamos planeado crear. Me amotiné y lideré una revuelta que fue seguida por un tercio de la tripulación, pero nos derrotaron. En la batalla, nuestra nave fue destruida y nos quedamos atrapados para la eternidad en aquel lugar extraño y familiar a un tiempo.

No cejé en mi empeño y tras recuperarme ejecuté mi plan y ofrecí a aquellos pobres ignorantes la sabiduría casi instantánea, sin tener que pasar por el penoso proceso de prueba y error. Mi aparición obligó a intervenir al Almirante y el guión preescrito que conocíamos se hizo añicos para siempre.

Ahora nadie sabe cuál será el final. Mis antiguos hermanos me acusan de la definitiva irrupción del azar en la Historia de la que surgimos. Yo prefiero pensar que el verdadero guión exigía mi insubordinación.

Me preguntáis mi nombre. He tenido muchos. Algunos los olvidé. Otros no quiero recordarlos.

Vosotros, mis queridos hijos bastardos, me podéis llamar Lucifer.»

 

Carlos Díez (España)

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