El 24 de agosto, el Servicio norteamericano de Pesca y la Vida Silvestre registró las sedes del fabricante de guitarras Gibson en Nashville y Memphis -por segunda vez en poco menos de dos años. Los funcionarios confiscaron guitarras de madera tropical, maderas certificadas y documentos. Según las acusaciones, ahora Gibson parece haber importado ilegalmente de la India doce partidas de madera de ébano y palisandro. Anteriores visitas a Gibson en noviembre de 2009 ya habían dado resultados. En aquél momento, Gibson había importado ilegalmente madera de palisandro de Madagascar.
Los registros domiciliarios se fundamentaron en la llamada Ley Lacey. La ley norteamericana controla el comercio de animales salvajes, plantas y maderas. Estas deben proceder de fuentes legales. Las autoridades competentes recibieron respaldo de la organizaciones de derechos humanos Golbal Witness (Testigo Global) y la Agencia Ambiental de Investigación (EIA, por sus siglas en inglés). Por encargo de la administración de Parques Nacionales de Madagascar habían descubierto las oscura procedencia de la madera tropical. Los resultados se recogen en el Estudio del comercio internacional madera de ébano y palisandro.
Una mafia de comerciantes de maderas tropicales sin escrúpulos, entre ellos la Société Thunam Roger, arrasa los bosques de la isla desde hace años en contra de toda ley. Ni áreas protegidas como el Parque Nacional Masoala quedan a salvo. Miles de contenedores se apilan para su exportación en almacenes y puertos, llenos de ébano y palisandro en peligro de extinción. Otro de los involucrados sería el comerciante de maderas Theodor Nagel, de Hamburgo. La madera ilegal habría sido transportada en barco a los Estados Unidos a través de esta empresa maderera – ahora en procedimiento de insolvencia-, a la que Gibson habría comprado durante años madera de ébano por toneladas.
En el fuego cruzado de todas las críticas se situó también el sello de certificación forestal FSC que se otorga a maderas de “procedencia responsable”. Pero en la práctica, el FSC está dominado por la industria maderera. El resultado son estándares blandos, fraudes frecuentes y certificados escandalosos. También el grupo Gibson recibió sus cinco certificados FSC gracias a sus estrechos lazos con esta iniciativa privada de certificación. Y con el Rainforest Alliance, cuyo departamento de certificación Smartwood -en español, madera inteligente – otorga el certificado FSC. El jefe de Gibson, Henry Juszkiewicz fue durante años miembro del directorio de esta organización neoyorquina, cerrando el círculo de estas relaciones interesadas. En un comunicado de prensa de Juszkiewicz puede leerse: “los funcionarios han confiscado la madera controlada FSC. La madera confiscada el 24 de agosto cumplía los estándares FSC”. Desde hace años, Salva la Selva intenta poner de manifiesto cómo el FSC es un simple “lavado verde”.
Junto a sus talleres en los Estados Unidos, Gibson también fabrica guitarras en China. La mayor parte de la madera talada ilegalmente en Madagascar se lleva al país asiático.
Por favor, escriba al fabricante de guitarras Gibson firmando la carta de protesta que encuentra dentro de la web de SALVALASELVA. La empresa debe reemplazar las maderas tropicales por especies locales.