La de tres rostros
Quién la llama dos caras? Rostros, tiene tres; el primero inescrutable, para el mundo exterior; el segundo encapuchado contemplándose a sí mismo; el tercero, su rostro de amor, una vez, por un momento eterno, vuelto hacia mí; Robert GravesT. S. Eliot
Serás Tu?
¿Quien me confortará cuando la luna cabalgue en los pinos? ¿Quien será mi almohada cuando silbe el viento amargo del norte? ¿Quién se acostará a mi lado cuando decline el fuego? ¿Serás tú? ¿Estarás a mi lado? ¿Quién me refugiará contra los lobos del descontento? ¿Quién será mi silencio hasta que pare la tormenta quejumbrosa? ¿Quién dará brillo a mi armadura para el próximo torneo? ¿Serás tú, estarás a mi lado? ¿O debo buscar a otra?Pete Sinfield
Al alba, una mujer yace en su cama cuando su amante ya se ha ido. Está cubierta hasta la cabeza con una ropa de suave color malva, con un forro de violeta oscuro. Ambos colores, el del exterior y el del forro son frescos y brillantes. La mujer, que parece dormida, usa ropa de color naranja, y una falda de oscuro carmesí de seda rígida cuyos cordones cuelgan a su lado, como si los hubieran dejado sueltos. Sus espesas trenzas caen una sobre otra en cascadas y uno puede imaginar la largura de su cabellera cuando cae libre sobre su espalda.
Sei Shonagon (Japón S. X)