Poesía amorosa china

 

 

 

 

 

 

Perfume del pebetero de jade.
Lágrimas de la vela roja.
Luz hiriente en la hermosa alcoba.
Nostalgia otoñal de la dama.
Se decolora el maquillaje
de la esmeralda de sus cejas.
Nubes de su peinado deshechas.
Frías las almohadas y las sábanas.
¡Noche larga, demasiado larga!
 
Wen Tingyun (812-866)
 
 
Crepúsculo.
Lluvia y viento.
Vienen y se llevan
el fuego del verano.
Ella deja su flauta.
Se maquilla ligeramente
frente al espejo.
Veste de seda púrpura.
Cutis alabastrino.
Perfume seductor.
Sonriente, susurra
al joven amado:
-Esta noche, conoceremos,
tras el dosel de gasa,
el frescor de nuestro lecho.
 
Li Qingzhao (1081-1154)

 

Bajo la ventana de verde gasa,
abro tu carta con gran alegría.
Me quedo con la boca abierta:
No encuentro ni una sola letra.
Pero no tardo en comprender tu idea:
La hoja del todo blanca dice más,
ya que no existen palabras humanas
para expresar tu amor y tus añoranzas.
 
Guou Hui (Siglo XV)

 

Cuchillo que brilla como el agua.
Blanca sal que recuerda a la nieve.
Ella, con sus finos dedos,
desgaja otra naranja.
Cálida ya la alcoba de brocado,
perfumada por inciensos.
Sentada frente a mí, toca una flauta
y me pregunta en voz baja:
-¿Adónde vas esta noche?
Ya han dado la tercera alerta en la muralla.
El caballo resbalará sobre la helada,
y la calle estará desierta.
¿No sería mejor que te quedaras?
 
Zhou Bangyan

 

Luna esplendorosa.
Cuervos intranquilos.
Terminan las gotas de agua
de la clepsidra.
Llega el alba.
Ruidos de la cabría del pozo.
Ella fija en mí sus ojos,
brillantes, humedecidos.
Helada está su almohada,
empapada de lágrimas.
 
Nuestras manos unidas.
cabellos al viento frígido.
Es hora de marcharme.
Mas no quiero moverme:
me da pena dejarla.
¡Qué desolador es decir y oír
las palabras de adiós!
Ya está la Osa Mayor
encima de la casa.
 
Zhou Bangyan (1065-1121)

 

 

 

 

 

Esta entrada fue publicada en Poesia. Guarda el enlace permanente.