Nos preguntamos: por qué esa indiferencia del gobierno brasileño hacia la destrucción de la amazonía? Muy sencillo; en el año 2009 se privatizó una enorme cantidad de esa zona. ¿No debería haber sido declarada Patrimonio de la Humanidad, a salvo de los intereses del gobierno de turno?
Reproduzco parte de un artículo aparecido en la siguiente página por si alguien desea leerlo al completo:
www.neoteo.com/brasil-y-la-privatizacion-del-amazonas
«Brasil y la privatización del Amazonas
Brasil acaba de aprobar la privatización de 67,4 millones de hectáreas de selva amazónica. La ley, sancionada por el Congreso del gobierno del presidente Lula da Silva, permite regularizar la tenencia de tierras fiscales a sus actuales ocupantes ilegales para desarrollar el cultivo de la soja y la cría de ganado. La medida ha sido duramente cuestionada por opositores y ambientalistas, que denuncian una agravación de la deforestación en la Amazonia.
El Gobierno del presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva resolvió -mediante la Medida Provisoria 458- traspasar unas 67, 4 millones de hectáreas de floresta en la Amazonia Legal a manos de agricultores, que podrán deforestar una parte de las hasta 1500 hectáreas que le toquen en suerte para la siembra de soja o la practica de la ganadería. Esta superficie, que equivale casi a la de Francia o a la famosa “pampa húmeda” Argentina, representa el 8% del territorio del Brasil. En realidad, la Medida Provisoria 458, que fue enviada al Congreso por el Ejecutivo y promulgada en la noche del jueves, simplemente viene a blanquear una situación “de facto” que existe en la selva amazónica desde hace mucho tiempo.
Las organizaciones ambientalistas, como Greenpeace y World Wide Fund for Nature (WWF), sostienen que este decreto simplemente reconoce la delicada situación ecológica actual,en la que buena parte del territorio que será entregado a sus poseedores (que las habían usurpado previamente) ya perdió la mayor parte de la floresta original. Para la prensa brasileña esta ley será conocida como “el decreto del grillaje”, debido a que los títulos de propiedad de los terrenos amazónicos fueron fraguados por sus presuntos dueños mediante un ingenioso sistema: para que los papeles parezcan documentos antiguos se los deja durante un tiempo en cajas con grillos. Estos insectos perforan y deterioran el papel a la vez que sus heces le confieren un tono amarillento, muy adecuado para simular el desgaste propio de los años.
La polémica no es menor. Por un lado, los ambientalistas sostienen que es un disparate atacar de esa forma la integridad de la selva brasileña. Entre los argumentos principales se mencionan el deterioro de la maquinaria atmosférica planetaria, la desertización a corto plazo (a menudo, en sólo 3 o 4 años) de los terrenos deforestados y la pérdida de miles de especies animales y vegetales que quizás contengan la clave para la cura de cientos de enfermedades. Para los expertos de Greenpeace y WWF alcanza con utilizar las tierras que ya han perdido la floresta y que todavía permanecen improductivas para producir suficientes alimentos para Brasil y para el resto del mundo. Pero con el decreto 458, serán talados al menos el 20% de 67,4 millones de hectáreas de selva virgen. Sin embargo, es muy difícil controlar que los flamantes y legales propietarios se detengan al llegar a ese porcentaje»