¿Está en marcha otro «Inside Job»?

 

Ante todo, dejo el enlace a un vídeo que explica de forma clara y exahustiva como y por qué se produjo la crisis de las hipotecas subprime creada en Wall Street:

http://www.fileserve.com/file/bsPF7UK/
http://www.fileserve.com/file/zmtwJW6/

 

Y a continuación me he tomado la libertad de reproducir un artículo aparecido en el periódico El Economista con fecha 20-11-11. Seguramente me parece un disparate porque no entiendo nada de economía pero no doy crédito a lo que leo:

 

«Las hipotecas de EEUU seducen al inversor.

Los fondos que invierten en préstamos hipotecarios estadounidenses consiguen rentabilidades del 5% en 2011. Cifras que, aunque no están nada mal, pueden ir incluso a mejor teniendo en cuenta las compras de estos activos que está llevando a cabo la Fed y el respaldo en forma de garantía que reciben por parte del Gobierno de Obama.

Los bonos respaldados por hipotecas fueron el epicentro de la crisis que aún hoy sacude a los mercados pero quizá gracias a ello ya pueden presumir de haber expiado todos sus pecados. Eso sí, para ello han contado con la inestimable ayuda del Gobierno americano.

Si hace tres años fue la falta de liquidez de la renta fija respaldada por hipotecas (MBS o mortgage backed securities) debido sobre todo a que aquel que quería vender debía de hacerlo con un fuerte descuento tras explotar la burbuja inmobiliaria en EEUU, ahora se han convertido en uno de los activos más líquidos del mercado. Y no sólo porque ahora es el Gobierno de EEUU, o mejor dicho los contribuyentes estadounidenses, los propietarios del 80 por ciento de las prestamistas hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac tras acudir a su rescate en 2008 y del 100 por cien de Ginnie Mae (la última se encarga de empaquetar las hipotecas para luego venderlas a los inversores). También influye el cable que les ha echado la Fed deBen Bernanke ya que su nuevo programa de recompra de bonos, conocido comoOperación Twist, contempla no sólo la reinversión de los intereses que genere su deuda a corto plazo en bonos a largo, sino también la reinversión de los mismos en bonos respaldados por hipotecas. Además, Bernanke también ha manifestado que las compras adicionales de este tipo de activos son «una opción viable«.

Es decir, teniendo en cuenta que la demanda de MBS no peligra (ya se encarga de ello la Fed), que las emisiones de las prestamistas hipotecarias cuentan con la mayor de las garantías -el respaldo del Gobierno de EEUU- y una de las mejores notas crediticias, ya que las agencias de rating les otorgan la misma que a EEUU, no es de extrañar que cada vez sean más los inversores que se han lanzado a aumentar la exposición de su cartera a este tipo de activos. Máxime si se tiene en cuenta que ofrecen cupones de entre el 4 y el 5 por ciento anuales, por encima de los que ofrece la deuda pública estadounidese a largo plazo. Unas rentabilidades que podrían caer más, lo que beneficiaría a quien tuviera ya bonos de este tipo en cartera, ya que subiría su precio, si se tiene en cuenta que la Administración Obama contempla la posibilidad de dejar de garantizar todas las emisiones. Esto supondría a priori mayores rentabilidades para los cupones que se lancen sin el paraguas gubernamental y menores para las emisiones que aún se resguarden este paraguas.

En este contexto, uno de esos inversores que ha decidido aprovechar el tirón que ahora ofrece este mercado de bonos no es otro que Bill Gross, el presidente de la mayor gestora de renta fija del mundo. Según ha informado desde la gestora, se ha incrementado hasta el 38 por ciento el porcentaje que tiene su fondo bandera, Total Return Fund, con 242.000 millones de dólares en activos bajo gestión, en activos respaldados por hipotecas, sin especificar si son éstas residenciales (RMBS) o comerciales (ABS). «Aunque no vemos una mejora en el mercado residencial ni en la economía, creemos que la cotización de estos activos ya descuenta un escenario negativo», afirma Daniel Ivascyn, gestor de renta fija de Pimco.

De momento, a juzgar por las rentabilidades que acumulan estos productos no se equivoca demasiado, ya que son varios los fondos que, teniendo más de un 50 por ciento de su cartera en bonos hipotecarios consiguen, rentabilidades superiores al 5 por ciento en 2011 (ver gráfico) frente a las pérdidas de muchos fondos de renta fija pública de la eurozona.»

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