Detour, cine negro en estado puro. Un hombre joven sin dinero quiere llegar a Los Angeles. Es músico y quiere reunirse allí con su novia; para ello hace auto-stop (aunque sin mucho éxito) hasta que, finalmente, un hombre conduciendo un coche de lujo se ofrece a llevarle a su destino.
El protagonista no desea complicaciones, es más, intenta evitarlas. Por ello mismo la historia resulta tan inquietante. Ante un incidente imprevisto toma la decisión equivocada, lo que le hará compañero de viaje de una extraña mujer. Esa equivocación le conducirá por un destino que quizás no era el suyo ¿ o sí?
Dirigida por Edgar G. Ulmer en 1945. Anne Savage, que da vida a la inesperada viajera, hace suya la película; su actuación, casi frenética, nos introduce en una espiral de angustia que va envolviendo al protagonista y de la que parece incapaz de escapar.
Ulmer, en una producción modesta, llega a crear una atmósfera opresiva y llena de desasosiego. Tom Neal, sobrio y contenido, sirve de contrapunto a su compañera.
Por qué actores como estos apenas pasaron de producciones serie B, habiendo llegado en cambio a ser considerados actores de culto desde hace sólo unos años? quizás simplemente se adelantaron su tiempo.