Lucien Lévy-Dhurmer, (1865 Argelia cuando era colonia francesa- 1953).
En 1879 comenzó a estudiar dibujo y escultura en París. Más tarde viajó por Italia donde fue influenciado por el Renacimiento.
En 1895, volvió a París y comenzó su carrera, enmarcándose dentro del movimiento simbolista, conservando no obstante su estilo personalísimo.
Sus cuadros tienen un tinte pagano aún cuando elija temas bíblicos.
Esta Eva, de aspecto soñador recuerda más a la primera esposa de Adán, Lilith, que siempre era representada con cabello rojizo.
Eva tiene una aire de complacencia y de total armonía con el entorno.
Su opuesto sería la Medusa, que transmite inquietud y desasosiego y que se nos aparece amenazante como una fuerza desatada de la naturaleza.
Otras veces transgresor como en este Vicecristo que aparece como un Dionisos
O sugiriendo un erotismo trágico, en Salomé
Que contrasta con esta visión idílica del Eden, con suaves colores tamizados como a través de un cendal
Una figura recortada sobre el cielo nocturno, Silencio, que evoca soledad