Absolutamente inusual película, que no fue bien recibida en su día y difícil de conseguir (como mucho subtitulada en español aunque tiene poco diálogo).
Fue el proyecto personal de un actor, Cornel Wilde, que la dirigió y es también el protagonista del film.
Cuando se estrenó, 1966, se consideró poco correcta, ya que en aquel momento imperaba un sentimiento intelectual de indulgencia (exento de generosidad por otra parte) hacia lo que se ha denominado «el buen salvaje». No obstante la película no pretende juzgar las acciones de un pueblo primitivo, sea cual sea, sino mostrar sus mecanismos de defensa ante lo que consideran un ataque enemigo. (Tras las últimas guerras tribales desarrolladas en Africa resulta pefectamente creible toda la acción).
La historia está basada en hechos reales que habían tenido lugar en Norteamérica en 1809, cuando un explorador fue perseguido por la tribu de los Piesnegros. No obstante, el escenario escogido para la película es Africa durante la época colonial: un safari es masacrado por internarse en territorio hostil. A su guía, como señal de respeto por su valor se le permite salvar la vida si logra huir superando una terrible prueba.
La acción es trepidante, dura, sin un minuto de respiro, mostrando la naturaleza y el ser humano en estado salvaje. Y a pesar de todo dotada de un atractivo vigoroso, lleno de magnetismo que nos deja entrever nuestro propio pasado remoto.